Consejos para hacer una barbacoa en una Comunidad de Vecinos

23 | 03 | 15
| Consells per tu

Llega el buen tiempo, y todos tenemos ganas de disfrutarlo al aire libre.
La vida de una comunidad de vecinos cambia radicalmente del invierno al verano, ya que durante los meses de frío acostumbran a estar ventanas cerradas, nos vamos a dormir más pronto, y apenas se utilizan jardines, terrazas y piscinas.


Y llegan las barbacoas, y con ellas el humo, los olores y la actividad humana que rodea al “utensilio culinario”. 

Conviene recordar que seguimos viviendo en una comunidad, con vecinos a los que debemos evitar molestar en nuestras actividades privadas, y celebrar una barbacoa en una terraza o jardín privado es uno de los elementos que puede convertir una fiesta alrededor de carne asada, en un serio conflicto.

Lo primero que deberemos hacer, previamente, es conocer si en las normas de régimen interior de la comunidad existe alguna restricción al respecto. Es muy frecuente que se permitan cierto tipo de barbacoas, se restrinjan a ciertos lugares de la finca, o se haga sencillamente mención de libertad con el cumplimiento de no molestar. Como en otros casos ya hemos hablado, el sentido común es el mejor aliado en estos casos también.

Deberá comprobarse también si alguna ordenanza municipal regula estas actividades, muy frecuente en zonas críticas frente al riesgo de incendios, y donde durante los periodos de calor se prohibe realizar ninguna actividad relacionada con el fuego, incluso tratándose de zonas privadas.

Una vez realizadas las comprobaciones oportunas, y verificado que se puede realizar la barbacoa, os traemos una recopilación de algunos consejos para disfrutar de una barbacoa en una comunidad de vecinos:

Utiliza carbón vegetal: conviene utilizar carbón vegetal, que encontrarás en gasolineras, supermercados, ferreterías, centros de jardinería, etc… porque producen muy poca cantidad de humo y olores procedentes de su combustión. Evita animar el fuego con aditivos que acostumbran a provocar un desagradable olor a combustible. El humo es el elemento visible de los olores, así que te ayuda a verificar hacia donde lo lleva el viento.
Si la barbacoa es portátil, procura colocarla en el lugar ideal para reducir las molestias en función del viento en aquel momento.
Si tienes viviendas por encima de donde celebras la barbacoa, conviene que antes de que inicies el fuego les adviertas de ello, especialmente si tienen ropa tendida o ventanas abiertas. En cualquiera de los dos casos, con toda seguridad el humo y los olores les afectará, y tienes garantizado un conflicto.
Acorta el tiempo de hacer la comida: entendiendo que hablamos de una actividad molesta, aunque permitida -en su caso-, si la realizamos en el menor tiempo posible reduciremos también las posibilidades de crear conflictos. Procura encender el fuego y hacer la comida lo mas rápido posible, y apagar el fuego tan pronto hayas acabado.
Toda la “actividad social” que acostumbra a rodear a una barbacoa conviene realizarla empleando el mayor respeto posible al resto de vecinos.
Como en otras muchas actividades, deberemos tener especial cuidado para evitar accidentes con los niños y en especial al realizar fuego, conviene adoptar medidas especiales de prevención de incendios.