Síndrome del Edificio Enfermo: qué es y cómo evitarlo
Feliu no solo te ayuda a vender u alquilar oficinas: se preocupa por tu salud.
Existen cerca de 6.000 enfermedades descritas. En el sector inmobiliario el Síndrome del Edificio Enfermo (en adelante SEE) debe ocupar a expertos/as en Facility Management quienes preescriben lo que hay que hacer ante el SEE. Por otra parte, los/las responsables de generar contenido para el blog también tiene una función que es explicar qué es.
Era tentador titular el artículo de hoy: "las personas enfermamos, los edificios también"... tentador y falso por lo menos en el contexto del SEE. Lo explicamos: una construcción con SEM no tiene ninguna patología estructural quienes enferman son quienes habitan el edificio. Es por tanto equívoco hablar de "edificio enfermo".
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo denomina así ¿Quién somos nosotros/as para contradecirla?.
Los "edificios afectados" por el SEE pueden estar:
Temporalmente enfermos: en ellos los materiales utilizados en su construcción aún se encuentran en el aire y han de ser expulsados por los sistemas de ventilación paulatinamente.
Siempre enfermos: en ellos, el problema viene del deterioro o de fallos de diseño. Un mal sistema de ventilación, equipos de climatización poco eficientes o poca iluminación pueden ser importantes causantes. También el abuso de los sistemas de aire acondicionado en verano y de la calefacción en invierno.
La OMS define el SEE como la: “existencia simultanea de síntomas en un conjunto de personas (entre un 15 y un 20% de quienes están en el edificio) con manifestaciones generales, en membranas mucosas y piel”.
El SEE está provocado por la presencia en el aire del edificio afectado de tóxicos: gas radón, dióxido de carbono, polvo, químicos volátiles u aerosoles. Además de altas concentraciones de electricidad estática que potencian reacciones adversas distintas de aquellas causadas por los contaminantes inhalados. Empezamos con dos verdades tranquilizadoras.
Por un lado, las afectaciones desaparecen relativamente rápido cuando los/as afectados/as abandonan el edificio afectado. Por otro, arquitectos/as y sanitarios/as saben cómo eliminarlo.
El SEE puede manifestarse en multitud de síntomas: afecciones respiratorias, afecciones cutáneas, lipoatroafia semicircular (la foto 2 describe los factores de riesgo de dicha enfermedad), fatiga, cefaléas, nauseas etc.
Los edificios afectados comparten cinco características:
1. Son modernos: incorporan vidrio y acero en su exterior para dar una impresión liviana y dejar pasar mucha luz. Aunque no queremos demonizar ningún tipo de edificio lo cierto es que los edificios afectados suelen ser oficinas o sedes corporativas
2. Son herméticos: es decir, sus ventanas no pueden abrirse. Dicha elección constructiva convierte la ventilación en un problema serio y la falta de circulación de aire desencadena el SEE. En este caso la oxigenación del espacio depende de un sistema de tomas de aire en el exterior. En este sentido metromafessa nos explica qué condiciones de ventilación debe cumplir cada tipo de edificio
3. Tienen materiales textiles como aislantes en su interior: al tener componentes sintéticos intoxican el aire (moquetas, cierto tipo de cortinas etc.)
4. No son ecológicos: aunque algunos ahorren energía no se preocupan de cerrar la puerta a materiales o compuestos tóxicos como gas radón, pegamentos, maderas manufacturadas en la decoración o suelos técnicos.
5. Tienen un ambiente térmico homogéneo: el cóctel de este ambiente con el hermetismo hace que los espacios sean muy estancos y el efecto de los tóxicos reconcentrado en su interior particularmente intenso.
¿Cómo solucionar el problema?
Vale la pena reiterar que solo se producirá si una quinta parte de trabajadores sufre el ramillete de síntomas. Es decir no basta con que alguien experimente a veces algún síntoma disperso.
1. ¿Eres responsable de Recursos Humanos? Haz participe a toda la empresa del problema: te agradecerán que cuides de su salud. Establece procedimientos de trabajo para evitar que las diferentes partes del cuerpo de las personas puedan ejercer presión de una manera continuada sobre los bordes del mobiliario y, en especial, de la mesa de trabajo.
2. Ventila mediante ventanas: si la circulación del aire se dispara y la presencia de tóxicos en el interior de la edificación se rebaja drásticamente
3. Conoce la temperatura y humedad relativa recomendable: entre 21 y 24ºC con una humedad relativa del 30 al 50% serán valores razonables para el espacio interior
4. Evita que los sistemas de ventilación artificial del edificio difundan contaminantes: comprobar que las tomas de aire estén en lugares correctos y desmontar los aparatos de ventilación para limpiarlos concienzudamente
5. A la caza del gas radón: el gas radón es un contaminante radioactivo presente en la naturaleza y en los interiores. A continuación la OMS indica cómo rebajar la presencia de este contaminante:
"Mejorando la ventilación del forjado; instalando un sistema de extracción mecánica del radón en el sótano, el forjado o la solera;evitando que el radón se filtre desde el sótano hasta las habitaciones;sellando el piso y las paredes; y mejorando la ventilación de la vivienda.
Los sistemas pasivos de mitigación pueden reducir los niveles de radón en interiores hasta más de un 50%. Si además, se utiliza un sistema de ventilación de radón esos niveles pueden descender aún más".
6. Limpia regularmente moquetas y otras superficies: pueden acumular sustancias contaminantes
7. Diseñar renovaciones del aire en los locales de trabajo como mínimo entre 7 y 10 litros por segundo y persona en espacios generales o entre 12 y 18 litros por segundo y persona en salas de reuniones
8. Lucha contra la electricidad estática: detrás de la lipoatrofia semicircular hay su exceso en los edificios enfermos. Trabajamos rodeados de ordenadores que son aparatos basados en la electricidad y con potentes campos electromagnéticos.
Para ello:
- Elimina las sillas con patas metálicas o los archivadores metálicos (el metal es un superconductor).
- Dispón de mesas con bordes amplios y redondeados, de manera que la superficie de contacto sea mayor, es decir, evita los bordes vivos y estrechos. Las mesas se cargan de electricidad estática por lo que cuanto más superficie tengan menos se acumulara. En suma los espacios de trabajo deben ocupar más sitio aprovecha que las medidas anti-covid-19 demandan lo mismo
- Evita la influencia de las instalaciones eléctricas sobre la estructura metálica de las mesas de trabajo, mejorando el aislamiento eléctrico del cableado respecto de la estructura metálica de la mesa y conectándola a la toma de tierra de protección del circuito eléctrico (no es recomendable el suelo técnico).
- Disminuye superficies de fricción y presión: la electricidad estática por fricción también reside en nosotr@s (al caminar, al sentarse…), y al estar en contacto el cuerpo humano (muslo) con el borde de las mesas se produce la descarga electrostática. Hay que disminuir también la presión ejercida por la silla de oficina o una cajonera demasiado cercana a: muslos, rodillas y antebrazos. Como muestra la foto dos, al estar sentados ante el ordenador, nuestros brazos son una "autopista" para la electricidad estática (a otra escala es lo que pasa con el secador y la persona sobre suelo húmedo: no lo hagas es mortal).
9. Coloca filtros para químicos volátiles y humos: estos detienen además de lo mencionado, los polvos que transportan ácaros y bacterias. Si se piensa se trata de purificar el aire antes que una elevada concentración de un contaminante sea perjudicial.
10. Coloca un recubrimiento aislante anti-hongo: los hongos proliferan principalmente en lugares húmedos y oscuros, sin importar la temperatura. En la parte exterior del sistema de ventilación, normalmente se coloca un recubrimiento aislante anti-hongo.
11. Embellece la oficina con plantas que absorban el Dióxido de Carbono: en 2017 Feliu explicó qué plantas eran las más adecuadas para limpiar el ambiente. En general, más allá del objeto de este artículo, en 2019 explicamos cómo reducir la contaminación en la vivienda.
Feliu a tu favor.
Gracias por leernos y ¡Recuerda difundir es dar nueva vida al texto!