Las SOCIMI: el vehículo de moda para canalizar la inversión inmobiliaria
Las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (SOCIMI) son sociedades anónimas dedicadas a: la adquisición, promoción, y rehabilitación de activos inmobiliarios todas estas actividades están orientadas al arrendamiento de estas propiedades. Una SOCIMI tiene dos características elementales: 1. debe cotizar en el mercado español y europeo y tener un capital mínimo de cinco millones de euros con cincuenta accionistas. Para más exhaustividad les adjuntamos la entrada del Diccionario económico diario Expansión.
Las SOCIMI llegaron a España en 2009 cuando ya hacía tiempo que existían en Estados anglosajones como un vehículo más de inversión inmobiliaria para grandes patrimonios. Sin embargo, dos factores frenaron su desarrollo. Por un lado, la virulenta recesión que atravesaba Occidente que por sí fuera poco afectaba sobre todo el sector de la construcción y el inmobiliario este contexto desfavorable introdujo una cierta cautela a la hora de invertir y, por otro lado, existen pocas ventajas fiscales derivados de tener una SOCIMI (actualmente, por ejemplo, pagan un 19% de tipo media al impuesto de Sociedades frente al 30% general) que desincentiva la creación.
Así las cosas, parecía que tardarían bastante en desarrollarse como instrumento de inversión. A partir de 2014 sin embargo, el fenómeno de las SOCIMI se ha disparado con la entrada de equipos de gestión profesionalizados y una fuerte capitalización bursatil. Además, ocasionalmente estos equipos profesionalizados se han aliado con los brazos inversores de países del Golfo . En este momento hay grandes SOCIMI implantadas como: Lar, Merlin properties, Lazora, o Axia. Finques Feliu está vinculada con Lazora, por tanto, Feliu se ha adaptado con rapidez a la evolución del mercado inmobiliario.