Consejos contra el calor y cómo desinfectar una piscina
Queridos lectores, llega agosto, el mes de vacaciones por excelencia. Este 2018 coincidiendo con la entrada de mes llega la primera gran ola de calor con temperaturas superiores a los 30 grados en toda la Península Ibérica.
Empezamos el artículo explicando qué reacciones tiene el cuerpo ante el calor indicando como actuar para prevenir y paliar los efectos de las altas temperaturas al organismo. A continuación hablaremos de cómo desinfectar la piscina para refrescarnos con higiene.
Breves recomendaciones para combatir el calor
1. ¿Qué le pasa al organismo cuando es expuesto a altas temperaturas? A medida que nuestro cuerpo se somete a temperaturas sostenidas superiores a treinta grados empiezan a acumularse reacciones fisiológicas: cada vez más sensación de sed, sequedad de boca, pérdida de sales minerales, aumento de la sudoración, y, en casos extremos, esto es si se está expuesto al sol más de una hora sin tomar medidas: deshidratación, vómitos, mareos, golpes de calor y convulsiones. Las personas más vulnerables a las altas temperaturas son: los ancianos, porque tienen menos sensación de sed -además de posibles patologías cardiovasculares o respiratorias que pueden agravarse con el calor- , los bebés (cuando se deshidratan no lloran ni sollozan), los niños pequeños, los diversos funcionales ya que con dificultades de movilidad todo desplazamiento tiene más coste energético y las personas que hacen trabajos prolongados al aire libre.
2. ¿Qué medidas pueden tomarse contra el calor? Como hemos explicado el calor es un agente externo que distorsiona los mecanismos de regulación de la temperatura y agota las sales minerales y el agua del organismo. Es pues prioritario combatir estos efectos para hacerlo hay algunas recomendaciones básicas:
En primer lugar, tome bebidas isotónicas y zumos regularmente, tomando también, más piezas de fruta para hidratarse y tener fructosa en sangre que protege contra bajadas de azúcar y, en último término, agua, contrariamente a lo que se cree, el cuerpo expulsa el agua antes de otros líquidos (por evaporación, sudor u orina).
En segundo lugar, no haga ejercicio intenso durante las horas centrales del día si lo hace multiplicará la pérdida de sales y agua. Así mismo correr bajo un sol intenso representa aumentar la posibilidad de sufrir rampas y aumenta el riesgo de muerte prematura.
En tercer lugar, vista ropa ligera y de colores claros, a poder ser que facilite la transpiración.
En cuarto lugar, ventile su casa con regularidad y en las horas de más sol, esto es, de 12 a 16 use el toldo para evitar el sol y la reverberación del mismo. En caso de usar aire condicionado la temperatura recomendada por este dispositivo es de 25 grados y, sobre todo, mientras use el aire condicionado mantenga las ventanas cerradas.
En quinto lugar, en caso de tener coche, no lo mantenga al solo: la temperatura dentro del coche puede aumentar demasiado. Además tal como advirtió la policía de Las Palmas una botella de plástico al sol, mediante el efecto lupa, puede causar un incendio a su coche.
Por último, ¿hemos descuidado de la forma más sencilla de bajar la temperatura de la piel? pues no: evite el shock de temperatura refrescándose regularmente y bañándose a la piscina una vez saneada.
A todos nos apetece zambullirnos en la piscina con altas temperaturas… de hecho no hace falta ni recomendarlo ¿verdad? Ahora bien, es preciso tener en cuenta que de no hacer ningún tipo de desinfección la piscina será un nido de microbios o, incluso, algas. Por esta razón, llevar a cabo la desinfección es imprescindible antes de que nadie se bañe. Así mismo, señalar que porque la cloración sea eficaz el PH de la agua tiene que estar entre 7 y 7,8.
Enumeramos los 4 principales métodos desinfectantes de la piscina:
1. Cloración tradicional
La cloración consiste en añadir al agua un compuesto químico de cloro. Hay diferentes formulaciones que lo contienen:
Hipoclorito sódico: agresivo con pieles sensibles.
Hipoclorito cálcico: menos agresivo para la piel e igualmente eficaz.
triclor: (Ácido tricloroisocianúrico) soporta mejor la luz solar y no altera el pH.
Todos ellos actúan como oxidante de los elementos orgánicos que se encuentran en la piscina y pueden hacerlo en diferentes intensidades:
Tratamientos de choque: liberan una gran cantidad de cloro.
Tratamientos de acción continuada: liberación progresiva del cloro.
Atención: Siempre se necesita más cantidad de cloro de la indicada formalmente, puesto que una parte de este cloro se mezclará con la materia orgánica y formará cloraminas (cloro + productos nitrogenados procedentes de residuos de sudor, orina, mucosidad etc).
Cloro de choque: se utiliza cuando empieza la temporada, cuando el agua tiene mal olor o cuando haya sustancias orgánicas.
Cloro en pastillas o granulado: el resto del tiempo se tiene que usar este cloro, en las cantidades que nos indique el fabricante. El cloro se pone al skimmer, o en el caso de las piscinas desmontables, en una boya flotante, porque no esté en contacto con el plástico.
2. Otros tratamientos químicos alternativos
Existen tratamientos químicos alternativos en el cloro, que aunque son más caros, evitan los problemas derivados de su uso, sin perder su efectividad: no necesitan tanto control de dosificación y no producen irritación ni olores.
Uno de ellos es el bromo, que actúa sobre bacterias y algas es inoloro y no tiene efectos secundarios irritantes. Cuando entra en contacto con el agua produce ácido hipobromoso, un desinfectante algo menos poderoso que el cloro libre. Pero en cambio, cuando entra en contacto con los compuestos nitrogenados (sudor, mocos, etc) origina bromaminas. Al contrario que las cloraminas, las bromaminas tienen una buena capacidad desinfectando. Por lo tanto, el tratamiento con bromo tiene una mayor capacidad desinfectando que el cloro y no produce irritaciones. El tratamiento químico menos agresivo es el de oxígeno, que actúa como si se tratara de una aportación de agua oxigenada. Su uso está especialmente recomendado para personas con pieles delicadas o con enfermedades pulmonares.
3. Cloración Salina
Este es el método que se impone cada vez más. Funciona mediante el añadido de una sal, en concentración mucho más baja que la del agua del mar, pero suficiente porque proporcione las mismas ventajas para la piel y las mucosas. Este nivel de concentración no produce problemas en caso de fugas de agua ni malogra la vegetación que rodea la piscina.
4. Uso de radiación ultravioleta
La radiación ultravioleta se viene usando desde hace años en la desinfección del agua con gran éxito, puesto que, además de ser eficaz para destruir los agentes patógenos y otros microorganismos, no deja residuos ni altera la composición del agua. El sistema consiste a hacer circular el agua por una cámara que proyecta luz ultravioleta. Esta radiación altera el ADN de los microorganismos presentes en el agua, los mata e impide que se reproduzcan.
Esperamos que el artículo le haya sido informativo y le deseamos un gran baño. En verano refrescarse, descansar y convivir con la familia o, con uno mismo, es prioritario.