Comprar para alquilar: estrategias para asegurar el provecho
Actualmente, la rentabilidad de las cuentas corrientes es nula y la de los fondos de inversión es bastante modesta. Es un fenómeno que empuja a todo el mundo a buscar salidas alternativas para el dinero que no se necesita y que se puede invertir en otros productos. Esta primera reserva es importante: de entrada, es preciso no entramparse. Y una segunda: como advierte Warren Buffett, el llamado “oráculo de Omaha”, hay que entender el negocio en el que se quiera entrar.
De hecho, una casa, un piso, un local, son realidades tangibles con un valor de uso bien claro. Cualquiera puede entenderlo, y está claro que se puede extraer de ellos un rendimiento monetario a través del alquiler. Las expectativas son elevadas. Concretémoslas con datos. Según Urban Data Analytics, en España, durante el primer trimestre de 2018 la rentabilidad de los alquileres ha ascendido al 8,2% desde el 6,1% del año pasado. El portal Idealista ofrece un cálculo más moderado, según el cual hasta el mes de marzo el aumento ha alcanzado el 7,8%, pero también nos informa que el 2013 la tasa era del 4,9%. Barcelona no es la ciudad más beneficiada en este avance (lo son más Valencia y Sevilla) pero se sitúa en el grupo de cabeza, igual que Madrid, y és la ciudad con alquileres más elevados. Cada ciudad tiene sus peculiaridades, pero la gentrificación es un factor compartido que afecta tanto los centros urbanos como las antiguas periferias.
En el caso de Barcelona, la gran demanda y la oferta escasa de pisos de alquiler empujan los precios al alza, en paralelo, sin embargo, con los precios de compraventa. Los incrementos son más notables en distritos antes periféricos, como Nou Barris, que en Ciutat Vella o en el Eixample. Y destacamos ese “antes periféricos”, porque todo el ámbito municipal de Barcelona, núcleo de una gran área metropolitana, está adquiriendo la condición de centralidad.
A pesar de estos datos halagüeños a la hora de invertir en inmuebles destinados al alquiler dentro del término municipal de Barcelona, la gestión de la inversión no es fácil. Por un lado, hay que examinar siempre comparativamente la evolución de los precios de compraventa y de alquiler: la rentabilidad fluctúa según las coyunturas. Seguir este fenómeno es una labor al alcance de los profesionales del sector pero no siempre del inversor individual. También es una función propia de los profesionales establecer correctamente el valor de los inmuebles, de manera que se fijen unos precios de alquiler ni demasiado altos ni muy bajos. En Feliu Inversió i en Feliu Patrimonis nos ofrecemos a velar por sus intereses en este campo tan prometedor pero, al mismo tiempo, tan complejo de gestionar.