2018: Una somera y prudente previsión
Hacer previsiones a futuro es realmente complicado no nos engañemos: nadie tiene una bola de cristal y siempre pueden darse acontecimientos que ahora no imaginamos. Así, siempre hay que navegar entre la sensatez de la primera frase del articulo y el atrevimiento, o locura según se mire, de jugar a ser un deus ex maquina. Sí un@ acierta se convierte en gurú y, ha de seguir siendo humilde, sí, por el contrario, cosa más probable, falla ya se puede preparar para que le digan en tono burlón aquella cita sobre los economistas:”un economista es un experto que sabrá mañana por qué las cosas que predijo ayer no han sucedido hoy”. Con una sonrisa en Feliu nos lanzamos a “adivinar” el futuro únicamente en viviendas y oficinas. Preferimos reducir el campo de nuestra previsión que ser temerarios.
Comencemos enmarcando la previsión a la realidad macro presente. Actualmente, España es una economía, que aunque aún no hemos cogido la velocidad de crucero, (como en 2007) ya hace dos años que el PIB más del 2,5% (bueno de hecho más del 3%) ha bajado el paro y nuestro sector ha seguido subiendo la demanda (sí bien en Cataluña ha bajado la demanda de pisos). Por último en el marco del Banco Central Europeo se ha conseguido que la inflación no suba del 2% en todo el año, gracias también al bajo precio del petroleo, y el Euribor sigue en minimos.
Con este entorno macro favorable, nuestros expertos prevén que 2018 siga siendo un año propicio para el alquiler (como lo fue 2017 en el que pese a algunas hipotecas favorables a la compra el alquiler siguió subiendo). Eso tiene visos de ser así por 3 motivos: 1. hay un cambio cultural en marcha: el hecho de poseer una vivienda propia ya no esta tan arraigado en la sociedad. Este cambio cultural se produce por razones demográficas y económicas : las uniones son menos duraderas y diversas (por ejemplo, hay un crecimiento de las familias monoparentales) y, la movilidad laboral demanda de los ciudadanos que apuesten por el alquiler que es por definición un régimen de tenencia más flexible que la propiedad.2. La creciente capacidad de endeudamiento impulsa al alquiler y 3. Los ciudadanos se desplazan en muchos casos del centro de las ciudades a su periferia, dónde muchas veces, el alquiler tiene mayor relevancia.Fotocasa complementa nuestra visión.
En cuanto a las oficinas se trata de un mercado en ebullición. A saber, durante el 2017 han subido los m2 comercializados, en España y el resto de Europa: nada indica que la tendencia se vaya a romper a corto plazo. Eso sí el de las oficinas es un mercado “exigente” y con precios muy “restringidos”. Hay un punto relevante a destacar: según nuestra experiencia: existe más demanda de empresas ja existentes (take over) que buscan ampliar sus instalaciones que de nuevas empresas (take up).
Con todos estos elementos podemos dibujar un panorama optimista de consolidación del mercado inmobiliario. Aunque a primera vista pueda sorprender, la palabra “consolidación” y no la de “optimista” es la que reviste mayor importancia. Nos explicamos, después del “boom” inmobiliario deberíamos haber aprendido que las alzas de precio de bienes sostenidas y pronunciadas conducen a burbujas que, sí bien a corto generan riqueza a largo sobrecalientan toda la economía con los efectos ya conocidos. En economía el crecimiento infinito es una bella ilusión… pero ilusión en definitiva. Por todo eso ahora estamos en el escenario óptimo. Todos los actores hemos de seguir trabajando por un sector inmobiliario sano y sostenible.