El alquiler se consolida: pasa del 8 al 22% desde 2007
Durante la segunda mitad del siglo XX, hasta el 2008, España, a diferencia del entorno europeo, fue un país de propietarios. Ahora es muy habitual criticar este hecho pero creemos más “productivo” ver dos de las razones más mencionadas. En primer lugar, este hábito social arraigó por la creencia derivada de tiempo de miseria de que se tiene que tener una vivienda en propiedad por el que pueda pasar y porque así aumenta el patrimonio que podemos legar a nuestros familiares. Además, en un país propenso a burbujas, recesiones y “recalentamientos” de la economía -inflación de dos digitos hasta los primeros años 90 alto paro hasta que bajó de forma acusada a partir del 1997- esta apuesta no era descabellada: en una economía que sobrereacciona a cualquier variación del entorno se necesitan valores refugio y la vivienda era un activo que se creía que no bajaría de valor. A esta creencia se unía que muchos bancos facilitaban mucho la obtención de una hipoteca hasta el extremo de hacerlas más atractiva que el alquiler. En segundo lugar, no se tiene que olvidar que desde el Desarrollismo de los años 60 se apostó porque la incipiente clase mediana accediera a una vivienda porque es un indicador de bienestar -ni que sea aparente- esta política no fue cambiada con la llegada de la democracia. Este es un hecho comprensible puesto que cuando un 85% de la población posee una vivienda es imposible cambiar esta cultura. Esta tendencia todavía se acentuó más con la entrada al Euro (1998) y el subsiguiente torrente de liquidez producido por un descenso del tipo de interés.
Los Expertos y periodistas del sector señalan que las cosas empiezan a cambiar. más del 20% de la vivienda ya es de alquiler no de propiedad. Esta tendencia se ha acentuado en los últimos 3 años con la crisis y también por la movilidad laboral. Así, esta tasa se ha triplicado. Así, la reciente edición del Meeting Point fue un fiel reflejo de esta tendencia. En vista de esta tendencia el reto que Finques Feliu puede asumir es pues aumentar la oferta de vivienda de alquiler para atender la numerosa demanda insatisfecha de pisos de alquiler en Barcelona. Por otro lado, las ventas también emiten señales positivas pero de una forma más moderada en relación al crecimiento de los alquileres.
Si dispone de una vivienda vacío no dude al contactar con barcelona@feliu.es para conocer las posibilidades económicas y garantías que le podemos aportar.